viernes, 20 de julio de 2007

Sobre el TERRORISMO.

Leo las declaraciones de Abdullah Bin Haji Ahmad Badawi, primer ministro de Malaisia en un articulo de El País titulado El verdadero reto de los países musulmanes, que trata acerca de crear las condiciones en los países islámicos para acabar con el terrorismo.
Aunque hay que reconocer que contiene muchas cosas acertadas y deseables, cargado de buenas intenciones, creo que no valoran adecuadamente el fenómeno del terrorismo.
Ante todo debo admitir que no soy un especialista en el tema y que lo único que puedo hacer es opinar, pero quiero hacer mi aportación para ver si podemos echar un poco de luz sobre el tema. De la misma manera que todos los pintores no son iguales aunque se puedan agrupar así por lo que producen, los hay de brocha gorda y fina, y ésta que paradójicamente es la cualidad que menos los diferencia, es la que nos hace entender el abismo entre uno y otro.
Con los terroristas pasa lo mismo, los metemos a todos en el mismo saco por lo que hacen, pero hilando un poquito más fino los diferencia y mucho el por qué y para quién lo hacen.
Leyendo el articulo uno puede acabar con la conclusión de que la misería, la injusticia, la ignorancia son el caldo de cultivo ideal para que aparezcan los terroristas, y que se trata pues de acabar con esas lacras para que desaparezca el terrorismo. Pero, ¿Cómo me cuadra eso con ETA que nació de una clase pudiente, que estudiaba en un seminario? La sociedad española ha mejorado y mucho. ¿ Ha servido eso para que abandonaran las armas?. ¿A alguien le parece que Bin Laden se hizo el terrorista más buscado debido a su condición de pobre, inculto y oprimido?. ¿ Alguien ha visto los documentales sobre los autores del 11-S?. ¿ Le parece que alguno de ellos era un desarrapado, ignorante y sometido por la tiranía?.
Yo no digo que las condiciones de sufrimiento de los pueblos, de las gentes, sean origen o motivación para que algunos emprendan estas acciones terroristas, pero creo que hay que intentar ir más lejos.
Todos despreciamos y abominamos de los terroristas, por la cobarde y odiosa manera que tienen de asesinar y aterrorizar a la gente inocente y también por la estupidez de su auto inmolación.
Sin embargo intentemos penetrar en su piel, ponernos en su lugar, latir con su corazón de ser humano. Ya sé que no es fácil, pero cualquiera, cristiano o no, sabe que hay que ponerse en el lugar de su enemigo si quiere, al menos comprender, digo comprender, no perdonar.

Lo primero que se nos ocurre es que están locos, llenos de odio, sedientos de sangre, de violencia, deseosos de sembrar la muerte, nihilistas desesperados, ansiosos de terminar con sus vidas y arrastrar con su muerte a otros, pero ay!, esa no es la manera en que ellos se ven a sí mismos, esa es todavía la manera en que nosotros los queremos ver. Se podrá odiar mucho a Bin Laden, hacer caricaturas odiosas de su figura, pero, así nos pese, se le ve sereno, dulce, de mirada seductora, de formas elegantes y delicadas. ¿Cómo se le puede ver así?. Por que está “entusiasmado”, que quiere decir “lleno de Dios”, ha encontrado el sentido de su vida, está haciendo “la Obra de Dios”, por eso se le ve tan relajado y por eso resulta tan fascinante para sus seguidores. Aunque sea una digresión y sea sacar las cosas de su sitio aún diré que mucha de la fama que El Ché tuvo y tiene le viene de esa imagen “crística” que tanto cautivó y cautiva a los jóvenes, la misma que tiene Bin Laden(...).
Podríamos ahondar más diciendo que los que ordenaron bombardear Alemania en la Segunda Guerra Mundial, tampoco eran unos criminales sedientos de sangre ( Al menos para mí Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt no me parecen que hayan sido considerados como criminales de guerra).
En cualquier caso, vuelvo al tema del pintor, no podemos mezclar a unos con otros por lo que hacen, sino por qué lo hacen y para quién. Tambien ha habido terroristas del Mosad, el servicio secreto israelí, (uno de ellos llegó a ser Primer ministro de Israel Ehud Barak), que infundidos de amor a su pueblo asesinaron (“ajusticiaron” en la terminología de ellos) a terroristas palestinos.
Está claro que para Bin Laden, así como para los autores del 11-S, que es de los que más información de tipo personal hemos podido conocer, las condiciones en que ellos se criaron, educaron y desenvolvieron no eran las del hambre ni la opresión. Es más, desde que los hombres fundaron sociedades ha habido terroristas, las mejoras sociales sustanciales desde entonces a acá no han contribuido a que el fenómeno desaparezca, por lo que, sin dejar de ser loable las iniciativas de Abdullah Bin Haji Ahmad Badawi, estas contribuirán a la mejora de las condiciones de sus pueblos, pero no erradicaran el terrorismo.

PD: ¿Entonces no hay solución al terrorismo?. No lo sé. Puede ser que no. Aún me atrevo a decir que el problema enlaza con el del juego descrito por Eric Berne en LOS JUEGOS EN QUE PARTICIPAMOS, la solución tal vez pase por dejar de jugar a PERSEGUIDOR-SALVADOR-VICTIMA. Está claro que mientras haya quien desee jugar al papel de SALVADOR, en el momento en que encuentre una VÍCTIMA y su PERSEGUIDOR complementario, tendremos juego para rato. Desde luego si cambiamos las condiciones de la relación VICTIMA-PERSEGUIDOR tal vez reduzcamos el número de los quieran jugar a SALVADOR pero me temo que mejor sería hacerse consciente del juego: El SALVADOR tiene que entender y aceptar la necesidad del sufrimiento, el propio y especialmente el ajeno, comprender el valor y la importancia del sufrimiento. Para las VICTIMAS dejar de jugar, supone aceptar y entender la necesidad del sufrimiento, especialmente el propio. El PERSEGUIDOR tendrá que entender que no necesita utilizar el sufrimiento de los demás para conseguir lo que necesita, y darse cuenta de que ese sufrimiento que engendra se vuelve sobre él mismo.

3 comentarios:

Crece la voz dijo...

Estoy de acuerdo con tu análisis, creo que muchos de los problemas de terrorismo y guerras en el mundo vienen de las claras diferencias entre ricos y pobres, de la injusta y odiosa organización de este mundo que condena al sufrimiento y a la muerte a gran parte de sus habitantes para que los otros podamos vivir en la opulencia. Pero efectivamente, no es la única causa, y no se puede obviar el carácter guerrero y mezquino del ser humano, que para mí va escrito a fuego en su código genético, el hombre lleva matándose miles de años y me temo que eso seguirá así hasta que solo quede uno que morirá de aburrimiento.

malabarista infernal dijo...

El de antes soy yo, es que me lié con las contraseñas.
Un saludo Miguel

Maria dijo...

"El PERSEGUIDOR tendrá que entender que no necesita utilizar el sufrimiento de los demás para conseguir lo que necesita, y darse cuenta de que ese sufrimiento que engendra se vuelve sobre él mismo".

¿no fué eso lo que le pasó a Napoleon en España? (¿no fué entonces cuando se "inventó" la guerra de guerrillas sistematizada?).

si, "malabarista", si, el carácter guerrero y mezquino de esta raza humana debe de estar, tiene que estar, en los genes. Le sirvió para sobrevivir y llegar a ser el más fuerte y conquistar el medio (los neandertales no lo consiguieron)para hacerse los dueños del mundo. Lo curioso es que a pesar de haber evolucionado continúan luchando contra otros grupos, otras tribus, otras etnias como hicieron millones de años atrás "sin darse cuenta de que ese sufrimiento que engendra se vuelve contra". Si no se ha dado cuenta todavía ¿podría ser que necesita evolucionar más?